jueves, 3 de noviembre de 2011

¡¿Ir de compras o caer en las trampas?! ¡¡Ojo!!

Bienvenidos a lenguaje y venta.
Démonos un paseo por cualquier lugar de venta y veamos si lo que dijeron nuestros compañeros en clase es cierto,¡¡ o no!!
Ahora mismo venimos del centro de oportunidades del corte Inglés que tenemos justo debajo de casa. Para nuestra sorpresa, nada más entrar nuestros oídos han detectado una musiquilla tranquila, relajante, que invita a dar vueltas y vueltas por todo el comercio. De repente, esa agradable melodía ambiental se ve interrumpida por una gran noticia comunicada por la cajera número 2: “Estimados clientes, les informamos de nuestra oferta del día: camisas de señora al 60% de descuento; en la sección para caballeros podrán encontrar zapato a mitad de precio; no olviden pasar por sección infantil donde ofrecemos peluche a tan solo 3€; y por último no se pierdan la mega oferta: seis pares de calcetines de deporte por tan solo 3.95€”.
Ya nos han indicado por dónde tenemos que pasar, cuál va a ser nuestro recorrido. Así que nos dirigimos hacia cada uno de los lugares indicados por la amable voz del megáfono, cuyo ritmo todos conocéis, y efectivamente nos encontramos con carteles gigantescos indicando el ofertón del día, un letrero rojo que grita: “AL 60% DE DESCUENTO. Sin dudarlo, cargamos con esa camisa, aquella otra, esos zapatos para Pablo, un peluche para la colección y otro para la pequeña Noelia, ¡ah!, y unos calcetines de deporte ¡¡para cuando empecemos a ir a correr!! Contentísimos con los artículos seleccionados, nos vamos acercando lentamente a la caja, digo lentamente porque justo antes de la caja hay alrededor de cinco postes con GRANDES OFERTAS (esta vez escrito en verde) así que nos detenemos a mirar, lo removemos todo, -¿qué es esto? -No lo sé pero solo vale 1.99, -¡pues lo compro! Y ahora sí, finalmente estamos delante de la caja, apunto de pagar, cuando vemos esos chicles expuestos antes tus ojos, ni un centímetro más arriba ni un centímetro más abajo, no, justamente a la altura de nuestra cara, entre ojos y boca, delante de la nariz que ayudada por nuestras manos huele el exquisito olor a frutas del bosque, cerramos los ojos y sin darnos cuenta, cuando la cajera ya nos ha cobrado todos los artículos, y nos pregunta si queremos algo más, contesta nuestro subconsciente, ¡sí, estos chicles! Hemos pagado una pequeña fortuna y la amable señorita nos da el tique, le vamos a dar las gracias (aunque luego nos preguntamos, gracias ¿de qué?), en fin, ya está dicho, y nos contesta con una bonita sonrisa tachando TODOS los artículos comprados del tique: “Estos artículos no tienen cambio ni devolución, gracias”.
Ahora sí que nos quedamos sin palabras.
Aún así haremos un último esfuerzo para felicitar a nuestros compañeros por su exposición, ya que han acertado en todo lo que dijeron, como hemos podido comprobar dando una simple vuelta por unos de los incontables comercios que podemos encontrar.


¡¡APLAUSOS!!

2 comentarios:

  1. Buenas!
    Soy Cristina Merino. Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que se dice en la entrada y en la exposición de nuestros compañeros. Hace poco, estudié una asignatura de marketing y comentamos más o menos las mismas cosas, que se resumen en que todo lo que ocurre en las tiendas (sobretodo en las de ropa) son estrategias de marketing cuyo único objetivo es aumentar las compras por parte del cliente, que se convierte en una víctima sin darse cuenta.
    Personalmente, no me dejo llevar por esas cosas, compro lo que me gusta y lo que necesito si me lo puedo permitir, pero es verdad que, a veces, compras cosas que están muy rebajadas y que después no las usas, porque en realidad no las necesitas o no te gustan.
    Gracias y hasta el lunes!

    ResponderEliminar
  2. Hola!
    Soy Verónica Martínez Gea y como bien ha dicho mi compañero, es increíble como nos dejamos llevar por el ambiente y sin darnos cuenta acabamos comprando cosas sin plantearnos si son necesarias o no. Posiblemente, incluso sean prendas o artículos que el propio comercio quiere deshacerse de ellas ya sea por falta de espacio u otros motivos.
    Además me gustaría remarcar la importancia que tienen la publicidad a la hora de realizar estas compras y el poco cuidado que algunos comercios tienen a la hora de realizar dicha publicidad. Para que veáis lo sorprendente que puede ser, os dejo unos links a unas fotografías que, aunque pueden parecer graciosas al principio, demuestran que lo único importante es vender sin plantearse lo grave que pueden ser las faltas de ortografía y el impacto que puede causar a un nivel de pequeña escala como son los clientes de dichos comercios.
    Gracias!
    Links:
    http://fernandoolmeda.files.wordpress.com/2007/10/web.jpg

    http://www.20minutos.es/noticia/297284/9/caceria/erratas/correctores/

    http://www.google.es/imgres?q=anuncios+con+faltas+de+ortografia&hl=es&biw=800&bih=387&gbv=2&tbm=isch&tbnid=tj7jPCcncioBDM:&imgrefurl=http://web1.taringa.net/posts/humor/11012569/Carteles-Con-Faltas-Ortograficas.html&docid=dJmzY9EG5U7ysM&imgurl=http://www.fallos.es/ortografia/cartel.jpg&w=500&h=452&ei=JKjCTrCqO9SQ8gPFtIGHBA&zoom=1&iact=rc&dur=922&sig=105960750230196970257&page=8&tbnh=162&tbnw=179&start=28&ndsp=4&ved=1t:429,r:3,s:28&tx=71&ty=98

    PD: Me pregunto si realmente alguien habrá llamado al del último link.

    ResponderEliminar